sábado, octubre 29, 2005

La señora plumbel y el dilema de todos santos.
La señora plumbel llega temprano a la casa del señor Goretti y no encuentró a nadie para contar la novedad.
Así que se dirigió con prontidad a la casa del señor de Rótterdam, él cual muy pacato comenta la noticia sin inmutarse un solo pelo, a lo cual la señora Plumbel queda espantada por el hecho, y este de repente sale de escena, caso enseguida la señora Plumbel entrara en pánico.
Por lo general la señora Plumbel suele entrar en pánico en situaciones como estas, y es de conocida reacción por los ciudadanos que en esta moran. La señora plumbel suele perder los estribos, y ahí cae en una gran depresión la cual es muchas veces difícil de controlar por el Dr. que no sabe que tipo de diagnostico es el indicado, para cada vez que la señora Plumbel tiene los ataques, y debe recurrir a los choques eléctricos que el pequeño pero mal intencionado de Piero le da a la pobre señora Plumbel.
Resulta que todos santos se acerca y no hay que confundir con las fiestas de hallowen, ósea, que hay en la plaza monstritos de chocolate para deleite de los niños, y nadie mas piensa en sus finados, mas bien en chocolates, dulces, otras golosinas, y esto es lo que a la señora Plumbel mas le molesta, pues ella, aunque no es muy entrada en años, cada vez que estas fechas se acercan queda demasiado indignada

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